Presentación del informe «La despoblación no viene sola» impulsado por Bayer

El grupo Expertos repensando lo rural para una España saludable y sostenible, /erres/, ha presentado, en el marco de un encuentro virtual, las principales conclusiones de su informe “La despoblación no viene sola”. La iniciativa, impulsada por Bayer, tiene como fin fomentar la salud ambiental y la de las personas en las áreas menos pobladas, como eje central de desarrollo rural y de la vertebración del territorio.

El evento ha contado con la participación de la Directora General de Políticas contra la Despoblación del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Juana López Pagán, que ha cerrado el encuentro en el que se presentaban las recomendaciones del equipo multidisciplinar integrado por una decena de expertos con experiencia en campos como la salud, la agricultura, la digitalización, la economía, la sostenibilidad o la demografía, entre los que figura Jesús María Fernández, CEO y Fundador de Hiris, y que ha estado coordinado por el economista y experto en longevidad y pensiones, Jose Antonio Herce.

También ha estado presente el Consejero Delegado de Bayer para España y Portugal, Bernardo Kanahuati, quien ha destacado la responsabilidad de la compañía a la hora de impulsar una reflexión integradora que entiende que la salud humana y el medio ambiente son interdependientes e igualmente relevantes.

La digitalización de lo rural destaca entre las recomendaciones para el impulso de la salud ambiental y de las personas

Entre las principales recomendaciones de este grupo de expertos reunidos para profundizar en el potencial de la vertebración del territorio para el impulso de la salud del planeta y la salud de las personas, se han fijado algunas de las principales áreas de trabajo en las que es necesario avanzar para contribuir a la fijación de población en los territorios más afectados por la despoblación.

Las medidas, plasmadas en un decálogo, se agrupan en cuatro ejes principales: entorno y salud ambiental; tecnología y digitalización; economía y empleo;  y servicios públicos, tales como la salud, la educación, la movilidad y la vivienda.

Según Herce, “el denominador común de todas estas medidas es el bienestar de la población rural. La diferencia respecto a otros estudios es que buscamos abordar la despoblación desde un enfoque holístico, porque la despoblación afecta no sólo a quienes se van, sino al territorio y las relaciones con este de todas las personas que lo habitan y lo visitan”.

Algunas de las medidas recogidas en el informe son el impulso de estrategias de explotación económica que tengan en cuenta la preservación de los entornos naturales; la promoción de forma pública de la digitalización en los espacios rurales, extendiendo la conectividad para todas las empresas y ciudadanos; el impulso del desarrollo tecnológico del sector agrario, ganadero y forestal; la evolución del rural en “espacios inteligentes”; o  el acceso a la vivienda en las zonas rurales, entre otras.

En el ámbito sanitario, el informe también saca a la luz los problemas que se están llevando a cabo en la atención sanitaria primaria y especializada de las zonas rurales, así como la falta de personal sanitario y el cierre de establecimientos y farmacias, que impacta directamente sobre la salud de las personas. En este sentido, se proponen diversas medidas para mejorar los servicios públicos de estas zonas y atraer a población jóven para instalarse en zonas rurales. 

Una población envejecida y concentrada en grandes ciudades

Las características demográficas de España lo sitúan como el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida, con una media de más de 83 años. Este hecho, unido a una reducción de su tasa de natalidad un 50% menor que hace un siglo, tienen un importante efecto en el envejecimiento de su población. Todo ello unido al proceso de concentración demográfico en núcleos urbanos y abandono de las zonas rurales, son algunos de los principales factores que incluyen en el hecho de que en la actualidad el 40% de las poblaciones están consideradas en riesgo severo de despoblación según los baremos fijados por la Unión Europea (menos de ocho habitantes por quilómetro cuadrado).

Esta situación que impacta directamente en la sostenibilidad del país, tiene especial incidencia en la salud ambiental del territorio y en la de sus habitantes, que ven cómo aumenta el abandono de las tierras de cultivo y, con ello, el desequilibrio del ecosistema. Asimismo, esto provoca una importante pérdida de la actividad productiva, al tiempo que los residentes de los pueblos van quedándose cada vez más aislados de servicios públicos de calidad debido a la baja densidad demográfica del medio rural.

Scroll al inicio